Cada vez es más temprana la edad en la que los menores tiene un móvil, o sea, una pantalla personal con acceso al mundo, donde pueden jugar con quien quieran y ver lo que les apetezca, sin límites. En cierta manera esta autonomía lleva implícito un cierto descontrol horario y de contenidos en el que los padres y madres deberíamos tomar parte, porque aunque nosotros, los adultos, no seamos muy hábiles en controlar nuestro propio uso del smartphone, hay una cosa clara: somos nosotros quienes debemos poner las reglas del juego.
Jugar y explorar es positivo.
Lo primero que debes saber es que jugar y explorar es una necesidad, un impulso natural, espontáneo y gratuito que nos induce a conocer y apreciar el mundo y la vida. Los videojuegos, y en su forma de móvil, las aplicaciones, son una forma de jugar alternativa al juguete tradicional, y son positivas porque permiten desarrollar habilidades, aumentar la autoestima, promover la superación, acceder a valores positivos y, además son una forma de expresión cultural y artística que estimulan la creatividad.

Chico mirando POPSICASE
A pesar de todo ello existe un cierto alarmismo producido sobre todo porque los adultos llevamos una vida muy ajetreada, casi no somos capaces de vivir sin el móvil, y vivimos con la sensación de que tendríamos que hacer “algo” para controlar a nuestros hijos en todo lo referente al uso de juegos digitales. Los progenitores somos quienes tenemos la sartén por el mango y los que establecemos las normas de uso que hacen los menores del móvil.
Hace unos años estuve coordinando un proyecto precioso que tenía como objetivo orientar a padres y madres sobre cómo gestionar el uso de videojuegos en familia. Hoy, 10 años después, este proyecto sigue vigente con las nuevas pantallas, y por eso nos ha parecido interesante compartir con vosotros las 4 reglas de oro que tenéis que tener en cuenta cuando vuestros hijos menores, de entre 4 y 12 años aproximadamente, jueguen con el móvil (el vuestro o el suyo propio):
1. Decidid conjuntamente a qué jugar
Las apps suelen ser gratuitas, y son muy fáciles bajarlas, tanto, que se acostumbran a hacerlo solos. Sin embargo desde el primer momento, acostumbrad a vuestros hijos e hijas a que la decisión sea conjunta.
- Si te piden un juego en concreto, dialoga e infórmate acerca de cuáles podrían ser sus videojuegos preferidos.
INFÓRMATE DE LOS CONTENIDOS a través de la propia app u opiniones de otros usuarios, y decide finalmente si bajarla o no. - CONOCE SUS GUSTOS E INTERESES e INVESTIGA sobre apps adecuadas para su edad. Pídeles primero que te hagan una lista de los juegos que prefieren, y así te será más fácil encontrar el adecuado o rechazar aquel que por la edad o el tipo de contenidos no lo es. Un ejemplo: esta lista de Commonsense media.
- ESCOGE VIDEOJUEGOS QUE FOMENTEN VALORES POSITIVOS y evita aquellos que transmitan lo contrario, pero hazlo con su complicidad. Si prohibimos taxativamente, corremos el riesgo de provocar el efecto contrario y no estamos promoviendo la cultura del respeto, el diálogo y la negociación.
- APLICA CRITERIOS DE CONSUMO RESPONSABLE como lo harías con cualquier otro producto. Es importante limitar el exceso de aps en el dispositivo, evitar conductas caprichosas y enseñarles a disfrutar con lo que se tiene.
1. Deben ser conscientes del tiempo que emplean
El tiempo pasa volando ante una pantalla. Y el exceso de horas que se pueden pasar ante ella jugando, unido a la emoción que muestran por esta actividad, limita las posibilidades de conocer otras opciones de ocio. A veces nos encontramos con dificultades para marcar pautas y normas, así como para incentivar el interés por otras actividades, porque muchos menores pasan ratos solos, con pocas posibilidades de jugar con alguien y, a menudo, estas apps son usadas para llenar ese vacío. ¿Qué hacer?
- AYÚDALES A SER CONSCIENTES DEL TIEMPO que dedican a jugar. Con la ayuda de una tabla, anota el tiempo que dedican a jugar con videojuegos y al resto de las actividades. Comparad en conjunto el tiempo que emplean en hacer las distintas cosas (ver la televisión, hacer los deberes, etc.) y estableced un equilibrio y unas prioridades. ¡A veces se sorprenden!
- HABLA Y PACTA ANTES DE JUGAR. Pregúntales antes a qué hora tienen previsto acabar y así será más fácil conseguir su compromiso. Ante la pantalla, cuando el juego requiere toda su atención, no es el mejor momento.
- MUESTRA UNA ACTITUD COMPRENSIVA Y DE RESPETO ante sus necesidades, sin ridiculizarlas.
- OPTIMIZA TU TIEMPO PARA COMPARTIRLO EN FAMILIA y pasar más ratos juntos, también para jugar a esos juegos con ellos.
- TEN EN CUENTA LAS HORAS NECESARIAS DE DESCANSO. No es lo mismo jugar a las 7 de la tarde que a las 10 de la noche. Además, es recomendable descansar un mínimo de entre 10 y 15 minutos por hora. Inventaos algún sistema (un despertador o una alarma) para que sean conscientes del tiempo transcurrido.

Niña mirando un video
3. La regra de «no jugar a cualquier hora»
La tecnología nos permite acceder a lo que precisamos de forma inmediata y en cualquier lugar, y cada vez más desaparecen las fronteras del espacio y del tiempo. Además, Internet ha abierto un nuevo espacio de juego, nuevos compañeros y compañeras con quienes compartirlos y una gran cantidad y diversidad de juegos para escoger.
- PROMUEVE LA CAPACIDAD DE LOS CHICOS Y CHICAS PARA SABER GESTIONAR SU AUTONOMÍA Y SU ACCESO A LOS VIDEOJUEGOS. Que cada actividad tenga su momento, su lugar y su valor también se aprende, y podemos ayudarles a desarrollar su capacidad de autocontrol.
- Ya sabesmos que es difícil, pero si ha jugado y no has estado presente INTERÉSATE SOBRE CUÁNDO Y CUÁNTO HA JUGADO, habla acerca de lo que ha hecho expresa tu opinión y pacta. Recuerda que prohibir es una acción unilateral que no promueve el diálogo y el entendimiento, y seguramente servirá para aumentar aún más su interés.
- NO PERMITAS QUE UTILICEN LOS VIDEOJUEGOS PARA AISLARSE CONSTANTEMENTE en espacios en los que lo importante es la relación con los demás, como a la hora de comer, un viaje en coche con toda la familia, una fiesta o una reunión con más chicos y chicas.
4. Pacta con quién jugar
Los videojuegos también son espacios de relación no solamente con personas de su entorno, sino con personas desconocidas. Por ese motivo te recomendamos:
- Si tienes en casa a un grupo de menores, AYÚDALES A PONER REGLAS PARA COMPARTIR LOS RATOS DE JUEGO y ofrece alternativas para que se tenga en cuenta a todo el grupo. Cuando hay más personas que posibilidades de jugar, es probable que algún niño se sienta discriminado.
- HABLA E INTERÉSATE ACERCA DE CON QUIÉNES JUEGAN, y sobre todo, dales pautas para que el juego en línea se lleve a cabo con seguridad, es decir, no aportar nunca nombres, correos electrónicos, o teléfonos.
- Fomenta los VIDEOJUEGOS COMO ESPACIOS DE RELACIÓN entre familiares o personas conocidas. Este tipo de juegos genera vínculos interesantes y temas divertidos de conversación. El juego compartido favorece las habilidades sociales, la comunicación, el afecto y la confianza entre compañeras y compañeros de juego.
Repito, sabemos que no es fácil, que hay que poner mucha energía para poner en práctica todas estas reglas del juego, pero participar de forma activa y crítica en todo lo que hacen tus hijos, según tus propios valores, demostrando una actitud de respeto y diálogo, es algo que a la larga, agradecerán :).